Beneficios de los masajes con piedras calientes

por | julio 24, 2019
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Aunque rara vez nos paramos a pensar en ella, nuestra musculatura es una de las partes de nuestro cuerpo que más sufre nuestro día a día. No mucha gente sabe cómo mantener la buena postura a lo largo de todo el día, de ahí que la mayoría suframos dolores de espalda casi a diario. Adoptar malas posturas tanto de pie como sentados afecta muy negativamente a los músculos de nuestra espalda, y es que acabamos cargando los hombros y es probable que contemos con muchas más contracturas de lo que creemos. A día de hoy, y desgraciadamente, hay quienes se han acostumbrado a este malestar y sencillamente conviven con él, pero el dolor de espalda no debería ser parte de nuestra rutina, y existen muchas formas de combatirlo.

Para empezar, es de vital importancia aprender a adoptar una buena postura. Sé de buena mano lo complicado que es, porque la postura que adoptamos al sentarnos, sobre todo si lo hacemos durante horas, es como respirar: no pensamos en ello, lo hacemos mecánicamente. Esto hace que controlar nuestra postura sea increíblemente complicado, porque nuestro cuerpo poco a poco vuelve a la postura en la que se encuentra más cómodo o a la que está acostumbrado, que suele ser la postura que más perjudica nuestra espalda. Tanto si pasamos muchas horas de pie como si las pasamos sentados, es imposible controlar de forma constante nuestra postura, y la concentración en el trabajo o las actividades que realizamos durante nuestra jornada hacen que estar pendientes de cómo nos sentamos resulte imposible. Hay que educarse poco a poco y tratar de corregir la postura siempre que nos acordamos, porque es la única vía para conseguir que nuestra espalda deje de cargarse tanto.

Si los dolores musculares son insoportables y hacen que te duela la cabeza, entre otras cosas, está claro que necesitas visitar un fisioterapeuta. Estos especialistas saben localizar rápidamente dónde está la contractura y proceden a deshacer el nudo. Es un proceso doloroso, no vamos a engañarnos, pero a veces es lo único que puede librarte de ese malestar constante.

Aun con todo, existen otros métodos igualmente válidos para relajar nuestra espalda. Si se trata de alguna contractura seria, lo mejor es acudir a un profesional, pero si lo único que necesitas es descargar los hombros y relajar los músculos de la espalda, recurrir a un masajista puede ser tu mejor opción. Además de ser relajante e increíblemente agradable, los masajes estimulan la musculatura y la relajan, consiguiendo, así, que tu espalda pierda tensión y deje de dolerte. A día de hoy existen muchas prácticas distintas para realizar un masaje, y en este artículo voy a hablarte de los beneficios que puede aportarte el contratar un masaje con piedras calientes, ya que, según nos explican desde este portal especializado, se trata de una práctica muy antigua y especialmente útil para relajar la espalda.

Los beneficios de la terapia geotermal

El funcionamiento de un masaje con piedras calientes es más simple que un botijo: colocan sobre diferentes partes de tu cuerpo piedras de distintas temperaturas, intercalando calor y frío, porque ese cambio de temperatura tensa y destensa tus músculos y los ayuda a relajarse.

El principal beneficio de un masaje de estas características es que el calor generado por las piedras volcánicas relaja los músculos. Lo frío tensa la musculatura y lo calorífico la relaja, de ahí que el calor de las piedras sea de vital importancia para que nuestros músculos se relajen como deben. El motivo por el cual se intercala con materiales más fríos es porque tensar y destensar el músculo provoca que la destensión, y por lo tanto relajación, sea mucho mayor. Esta técnica no se utiliza únicamente en masajes de terapia geotermal, sino que la mayoría de spas incluyen una sala en la que se intercalan chorros de agua caliente y chorros de agua fría con propósitos muy similares. Además, el calor de las piedras, que es bastante elevado, hará que tu cuerpo reciba el calor y comience a sudar, lo que potenciará la eliminación de toxinas de una forma segura y cómoda.

Otra de las ventajas del masaje con piedras volcánicas es que mejora la circulación de la sangre y equilibra el sistema nervioso, eliminando así el estrés y constituyendo, por lo tanto, un masaje perfecto para desconectar. Además, sus beneficios no son únicamente musculares, la piel también se ve muy beneficiada por este particular aporte de calor, ya que la oxigena e ilumina.

A otros niveles, hay quien dice que estos masajes tienen efectos a nivel energético y emocional, ya que ayudan a eliminar las malas energías, lo que afectaría a la carga muscular de tu espalda.

Sea como fuere, no cabe duda de que se trata de una experiencia que merece la pena a muchos niveles, porque resulta agradable, relajante y beneficiosa en muchos sentidos, pero es especialmente útil si padeces dolores de espalda o enfermedades crónicas relacionadas con los huesos o los músculos, ya que ayudará a relajarlos y podrás paliar el dolor durante más tiempo.

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