El perfume es un producto de higiene y de cuidado personal que está muy extendido. Habitualmente, este se aplica después del aseo cuando se pretende conseguir un buen aroma corporal que, además, dure a lo largo de toda la jornada. Como hay variedad de fragancias diferentes, cada persona puede escoger la que más encaje con su personalidad.
Este cosmético es usado diariamente por hombres y mujeres indistintamente, y existen colecciones específicas para ambos sexos que son acordes con sus gustos particulares. Sin embargo, se habla mucho sobre el perfume femenino y su correcta aplicación, pero poco se ahonda en cómo los hombres deben emplear correctamente este producto tan cotidiano.
¿Dónde debe ponerse el perfume el hombre para que este resulte más efectivo? En este artículo analizaremos las mejores zonas y técnicas para sacar todo el partido de las fragancias masculinas.
El perfume para hombre
La relación de las personas con el perfume se remonta a la Edad de Piedra, momento en el que se procedía a quemar hierbas que eran especialmente aromáticas para emplear su fragancia agradable y crear buenas sensaciones.
Sin embargo, hoy en día relacionamos este cosmético con las calles de París. Es en esta ciudad en la que se popularizó la comercialización de las fragancias tal y como las conocemos, algo que se remonta al reinado de Luis XV y su implicación a la hora de levantar esta particular industria.
Los perfumes franceses siguen gozando de un gran prestigio en la actualidad, aunque existen cantidad de marcas contemporáneas que fabrican estos productos en líneas para hombre y para mujer de todas las nacionalidades.
El sector masculino se puede beneficiar de incontables aromas personalizados e incluso ideados para cada ocasión: las versiones deportivas, el perfume elegante ideal para las ocasiones especiales o la colonia para llevar en el día a día. En tiendas especializadas como PacoPerfumerias es posible encontrar en más adecuado para cada persona y momento.
Las leyes del perfume, ¿dónde aplicar el perfume para hombre?
A la hora de aplicar correctamente el perfume siempre tendremos que pensar en el equilibrio. Si hay una ley universal, es que el exceso nunca resulta atractivo, ya que impregnarse de un olor artificial puede resultar demasiado sofocante para las personas que nos rodean. La idea es fusionar este aroma con el de la piel y que nos dé ese toque sutil y agradable que tanto buscamos.
¿Dónde debemos ponerlo para que sea efectivo? Los expertos dicen que lo más apropiado en aplicar la fragancia deseada en los puntos de pulso, es decir, donde notamos el bombeo de la sangre porque esta tiene una mayor afluencia y, además, nuestro cuerpo desprende una mayor dosis de calor de manera natural.
Lo que se consigue con esta técnica es que la fragancia permanezca activa durante más horas a lo largo del día y podamos rentabilizar mejor el producto. Los puntos clave para los hombres serán las muñecas y detrás de las orejas, ¡tal y como lo lees!
Hay hombres a los que les gusta notar el aroma del perfume para sentirse más limpios y a gusto a lo largo del día. Son los que corren el peligro de caer en el exceso y aplicar cantidades exageradas. Para ellos, lo mejor será poner unas gotas sutiles en la zona del bigote, de esta forma podrán olerlo con mayor facilidad sin necesidad de rociar cantidades exageradas en el cuerpo.
Las zonas donde no aplicar el perfume de hombre
Hay hombres que creen que aplicar perfume en las zonas de mayor sudoración va a hacer que estas disminuyan su olor corporal y así la fragancia puede cumplir sus funciones. De hecho, es una creencia muy extendida entre usuario masculino de estos productos.
Sin embargo, estas van a ser las zonas más prohibidas a la hora de aplicar dichos productos. Los perfumes no están fabricados para interactuar con los olores corporales a este nivel, sino para potenciar el buen olor sobre una piel bien limpia y con la higiene adecuada.
Si se hace de esta forma, los olores naturales menos agradables se mezclan con el perfume, dando un resultado que no suele ser muy satisfactorio, es más, tiende a ser contraproducente. Lo más adecuado para una buena higiene y un olor corporal satisfactorio es emplear desodorantes en las zonas de sudor y perfumes en las zonas clave que mencionamos anteriormente.
En algunos casos puede preocupar la aplicación de un aroma diferente en el desodorante, otro en productos cotidianos como el after shave y por último, nuevas notas en el perfume. Haciendo, como resultado, una combinación de aromas demasiado variopinta. Para esos casos, se puede optar por las líneas de productos de la misma gama con idéntico aroma, que producen todo tipo de cosméticos masculinos siguiendo las mismas notas olfativas e incluido se venden en packs.
¿Cuándo se debe aplicar el perfume?
Lo ideal es emplear el perfume después de la ducha, cuando el cuerpo está completamente limpio y no corre riesgo de que este producto se mezcle con otro tipo de olores. Al tener la piel impoluta, este se va a impregnar con mayor eficiencia y sin distorsionar el aroma.
Además, conviene hacerlo con un difusor o pulverizador que nos permita rociar el cosmético a una distancia prudencial, evitando los chorros de producto sobre la piel. De esta forma, permitiremos que el cosmético haga su trabajo correctamente, sea sutil y dure por más tiempo.
Lo ideal es que cada hombre escoja su fragancia favorita y la emplee a diario usando estas pautas. De esta forma se consigue una buena higiene, un aroma agradable y construir una excelente identidad olfativa, cargada de personalidad.