Cada vez son más las personas que optan por ducharse todos los días o incluso en varias ocasiones al día, pero la pregunta es ¿Es bueno ducharse todos los días?
Si alguien nos pregunta cuándo ha sido la última vez que nos hemos duchado, seguramente la respuesta sea menos de 24h. Y aunque esto hoy en día parece normal, la verdad es que en el pasado las cosas no eran así. Es decir, antes las duchas eran esporádicas, pero ahora se ha vuelto algo rutinario y diario.
¿Qué es mejor la bañera o el plato de ducha?
Ahora que nos duchamos todos los días, es fundamental disfrutar de un modo de ducha cómodo y seguro. Por ese motivo, es fundamental tener claro qué sistema nos interesa más.
Teniendo en cuenta la opinión de los expertos, hoy en día la mejor alternativa para disfrutar de una ducha diaria es usar un plato de ducha. Si todavía no dispones del mismo, puedes visitar https://asealia.com/es/ donde podrás encontrar un amplio catálogo de platos de ducha y mamparas para la misma. Así podrás entrar y salir con más facilidad y reducirás los riesgos que van acompañados con las bañeras.
Es verdad que una bañera puede ofrecer una buena comodidad si el baño va a tener una duración determinada. Pero si la ducha es rápida, entonces el plato de ducha es nuestro mejor aliado.
Cómo proteger la piel
El órgano más grande de nuestro cuerpo es la piel. De media contamos con más de dos metros cuadrados de piel y es la que nos defiende del exterior. Por ese motivo, hay que cuidarla al máximo.
Si tenemos en cuenta a la AEDV, para que la piel no sufra, es importante hidratarla todos los días, a la vez que es vital evitar los lavados excesivos todos los días. Como nos informan desde la Academia Española de Dermatología y Venereología, con cada ducha se pierde cerca de un 25% de la hidratación natural. Eso significa que las duchas no llegan a ser realmente buenas para el cuerpo, sobre todo si se hacen todos los días y posteriormente no se hidrata la piel.
Además, los expertos nos comentan que la piel cuenta con hongos, bacterias y virus que viven en armonía. Además, el PH está más o menos en 5,5, con el objetivo de que los gérmenes no puedan superar con facilidad la barrera de la piel. Por ese motivo, no se recomienda bañarse todos los días porque eso podría provocar una ruptura de la barrera.
Como nos informan, la mejor manera de proteger la piel es usar el jabón. Si se usa un jabón neutro y no agresivo, entonces la piel sufrirá mucho menos. Por ese motivo se recomienda optar por los testados dermatológicamente. A su vez, también se recomienda realizar una ducha a temperatura media, es decir, en la medida de lo posible hay que evitar el agua demasiado fría o caliente.
¿Cada cuánto tiempo se debería duchar una persona?
Es verdad que no hay un estudio que afirme si es bueno o malo ducharse todos los días. Pero lo que está claro es que la gran mayoría de los dermatólogos no recomiendan realizar una ducha diaria. Como indican en diferentes estudios, las duchas continuas provocan que la barrera natural de la piel se rompa y eso puede provocar el acceso sencillo de las bacterias y virus al organismo. Además, las duchas continuadas pueden provocar descamación, sequedad o picazón entre otros síntomas.
Por otra parte, los síntomas podrían ser superiores si las duchas diarias ascienden a dos. Y es que, aunque pueda parecer mentira, es más común de lo que parece. Cada vez más personas incluyen en su rutina una ducha por la mañana y otra por la tarde después de una sesión de gimnasio o ejercicio. Eso provoca que el debilitamiento de la piel sea más rápido, pero en ocasiones es necesario para evitar los malos olores.
En cambio, lo que en sí coinciden los dermatólogos es que una persona sedentaria solo se debería duchar como máximo tres veces por semana, sobre todo en invierno cuando no se suda apenas. Además, las personas con piel delicada como los bebés o los ancianos deberían disfrutar de menos sesiones de ducha a la semana. Y por supuesto, las duchas se deberían acortar para que la piel sufriera inferior.
A la hora de realizar la ducha, es importante no enjuagar todo el cuerpo, cosa que se suele hacer comúnmente. Los expertos recomiendan centrarse especialmente en las zonas más sucias. Es decir, pies, genitales o axilas. Eso significa que lavarse esas partes podría ser suficiente para evitar tener que disfrutar de una ducha diaria.
Los expertos de la Academia de Dermatología también nos informan a través de sus estudios que lo más recomendable es que la ducha sea rápida. En la medida de lo posible hay que evitar quedarse debajo del agua durante demasiado tiempo.
¿Qué debo hacer después de la ducha?
A través de la ayuda de nuestros expertos, nos hemos dado cuenta de que el secado es fundamental para evitar que la piel sufra. Por ese motivo, es fundamental garantizar que el secado es completo y en consecuencia la piel no se queda húmeda. No solo por la sensación desagradable al ponerse la ropa, sino porque la humedad no beneficiará a la piel.
Para obtener un buen secado, se recomienda secar con una toalla suave, con el objetivo de no irritar la piel. En ese caso, la mejor alternativa es secarla con pequeñas palmaditas en la piel con la toalla. Así se consigue un secado óptimo y la piel sufre mucho menos.
A la hora de realizar el secado, se recomienda prestar especial atención en las zonas donde la piel se pliega. Es importante realizar un secado correcto en esas zonas para obtener los resultados esperados.
Finalmente, los dermatólogos recomiendan hidratar la piel tras la ducha y posterior secado. De esa manera vuelve a recuperar la hidratación que perdió y es más fácil que la capa protectora se recupere. Por supuesto, siempre se debe usar una crema hidratante de calidad.