¿Qué es la hipoacusia y cómo podemos prevenirla?

por | julio 23, 2021
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La hipoacusia es una discapacidad que según la Organización Mundial de la Salud afecta a más de 360 millones de personas en todo el mundo. De hecho, está considerada como la tercera patología que afecta la calidad de vida de las personas por muchos años.

Hay distintos tipos de hipoacusia con base a la zona del oído que se ve afectada y sus causas son muy diversas. En algunos casos es congénita, a consecuencia de malos cuidados prenatales o perinatales, en otros es ocasionada por exposición a ruidos fuertes o por la edad.

Muchas de las causas de la hipoacusia se pueden prevenir siguiendo algunas recomendaciones sencillas que garantizan la protección del oído. Estas van desde atender a tiempo las infecciones auditivas, no mantener humedad en los oídos o no exponerte a ruidos fuertes de forma prolongada.

¿Qué es la hipoacusia?

Es la pérdida parcial de la sensibilidad auditiva en uno o ambos oídos, la cual se considera una discapacidad. Según la Organización Mundial de la Salud hay distintos niveles de hipoacusia, la cual comienza cuando el promedio tonal puro de una persona en ambos oídos supera los 20 dB.

Con base a este margen se considera que la hipoacusia es leve, cuando el promedio tonal va de los 26 a los 40 dB. Entre los 41 y 60 dB se estima que es  moderada, hay hipoacusia severa cuando entre los 61 y 80 dB, siendo profunda cuando supera los 81 dB.

La hipoacusia en niños puede llegar a afectar su capacidad para desarrollar el lenguaje si no es tratada a tiempo. En todos los casos, esta discapacidad afecta en cierta medida la calidad de vida de las personas que la padecen.

Tipos de hipoacusia

Según el lugar donde ocurre la lesión en el oído, la hipoacusia se clasifica en diferentes tipos, que pueden tener diversos síntomas y causas. Estos son:

Congénita

Estas son las hipoacusias que tienen su origen en causas tanto prenatales como perinatales y pueden ser ocasionadas por diversos factores. Uno de los más comunes son las infecciones tanto bacterianas como virales, causadas por citomegalovirus, rubeola o la tuberculosis congénita, entre otros.

También puede ser causada por distintos fármacos que son ototóxicos, tales como aminoglucósidos, antipalúdicos o antineoplásicos. En la gestación puede afectar que la madre consuma drogas o alcohol y que el niño haya nacido prematuro o estuviera sometido a condiciones de bajo contenido de oxígeno (hipoxia).

Conductiva

En este caso, el sonido no puede viajar del oído externo al medio porque hay algún tipo de bloqueo que lo impide. Puede ser causada por distintos factores como la presencia de cuerpos extraños, formación de tapones de cera o también otitis crónica.

Otra causa puede ser una malformación en el conducto auditivo externo (pabellón) o que ocurra otosclerosis. Se considera el tipo más fácil de curar solo con retirar la obstrucción, tratar las infecciones con medicamentos o hacer una intervención quirúrgica para reparar el daño en el oído.

Neurosensorial

Este tipo de hipoacusia se genera por daños causados tanto en el oído medio como el nervio auditivo, por lo que también se le conoce como sordera nerviosa. Lo que ocurre es que las terminaciones nerviosas que se conocen como células pilosas se lesionan y no son capaces de transmitir el sonido hasta el cerebro para que lo registre.

Las causas de este tipo de sordera son muy variables y puede ser tanto congénita como adquirida, siendo la más frecuente en personas que presentan pérdida auditiva por la edad. También puede ser causada por exposición a ruidos muy altos (por encima de los 85 dB), infecciones, medicamentos ototóxicos o algunas enfermedades como la de Méniere.

Este tipo de sordera no se puede tratar con medicamentos o cirugía y se requieren paliativos para mejorar la calidad de vida del paciente. En algunos casos se puede utilizar un implante coclear o colocar audífonos diseñados con base a un estudio audiométrico, como los que encontrarás en audicostaudifonos.com/tipos-de-audifonos/, quienes son expertos en el ramo.

Mixta

Las personas con este tipo de sordera presentan una mezcla de hipoacusia conductiva y la neurosensorial. Por tanto, están afectados tanto el oído externo que presenta un bloqueo como el oído medio y el interno.

Las causas son muy diversas, incluyendo infecciones, tumores y malformaciones congénitas, entre otras. Cuando predomina la hipoacusia conductiva, la persona puede entender lo que se le dice siempre que sea a un volumen alto, mientras que si hay un mayor nivel de la neurosensorial, le será mucho más difícil comprender.

Según el grado y predominancia del tipo de hipoacusia, se puede tratar con medicamentos, cirugías o distintos tipos de auxiliares auditivos. La conductiva será mucho más sencilla de resolver, mientras que la neurosensorial requerirá el uso de equipos como los audífonos medicados.

Central

Este tipo de hipoacusia se da cuando el sonido entra de forma normal en el oído medio, pero este y el nervio auditivo no son capaces de procesarlo adecuadamente. Por tanto, el cerebro no lo registra y la persona percibe que no puede oír.

Lo que sucede en estos casos es que el cerebro no tiene capacidad de procesar el sonido, aun cuando el oído puede estar funcional desde el punto de vista físico. El tratamiento para este tipo de hipoacusia es el uso de audífonos, programas de entrenamiento del oído o el uso de dispositivos FM que lo ayuden a procesar el sonido.

¿Cómo prevenir la hipoacusia?

Como has podido apreciar las causas de la hipoacusia son muy diversas y por tanto se pueden seguir distintas recomendaciones para prevenirla. Por tanto, te brindamos los siguientes consejos que pueden ayudar a prevenirla en gran medida:

  • Tener los cuidados prenatales adecuados y evitar la exposición a radiaciones ionizantes así como drogas y alcohol por parte de la madre.
  • Realizar una vacunación oportuna al infante a fin de reducir el riesgo de infección por distintos patógenos que pueden afectar la capacidad auditiva
  • No consumir fármacos que se ha demostrado que son ototóxicos y pueden llegar a causar daños permanentes en el oído.
  • En el caso de la hipoacusia infantil se debe intentar detectar la hipoacusia a tiempo con un programa de cribado. Esto porque algunos tipos pueden ser corregidos o tratados a tiempo y no afectar el desarrollo del lenguaje en el niño.
  • Es imprescindible tratar a tiempo las otitis, porque este tipo de infección si no se cura adecuadamente es causante de la hipoacusia, particularmente cuando se vuelve crónica.
  • No introducir en el oído objetos extraños, particularmente hisopos, los cuales pueden llegar a capas profundas. Además, suelen ser causantes de otitis o empujar el cerumen hacia el canal auditivo.
  • Cuando salgas de la ducha, en la playa o piscina intenta secar rápidamente los oídos y evitar la humedad. Esta puede favorecer el desarrollo de hongos que causan infecciones, las cuales pueden derivar en algún tipo de hipoacusia.
  • No exponerse a ruidos fuertes por un tiempo prolongado. Esto es particularmente importante para los jóvenes, que suelen escuchar música a altos decibelios de forma frecuente, lo cual termina produciendo pérdida auditiva.
  • Es muy importante utilizar la protección adecuada cuando se realizan trabajos en un ambiente con un alto nivel de ruido. Esto incluye tapones, auriculares a audífonos que ayudan a disminuir el ruido ambiental y evitar que el oído quede expuesto al mismo.
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