Cuando nos hacemos mayores todas las personas necesitamos algo de ayuda extra o compañía. Es en estos momentos cuando llega el momento de plantearse si una persona mayor está mejor en casa o en una residencia. A continuación te contamos algunas claves a tener en cuenta de ambas opciones para poder escoger la que mejor se adapte a tu caso concreto o al de tus familiares mayores.
Personas mayores: mejor en la residencia o en casa
Se trata de una decisión complicada y en algunos casos muy dura. En muchas familias puede llegar a generar tensiones si no hay consenso, pero como actualmente existen muchas opciones diferentes entre los centros de día, las residencias temporales o la asistencia a domicilio, es posible seleccionar la mejor alternativa para cada persona.
Lo primero a tener en cuenta para valorar si una persona mayor está mejor en casa o en una residencia es el estado de salud de esta persona mayor. Si se trata de una persona totalmente dependiente y que presenta problemas de salud física o psíquica, sin duda sus familiares, allegados y seres queridos tendrán que ser los encargados de ayudarles a encontrar lo mejor para ellos.
En cambio, en el caso de que se trate de personas mayores que cuenten con todas sus facultades físicas y mentales y puedan valerse por ellas mismas, es fundamental, según los expertos, dejarlas escoger lo que quieren hacer. Puede darse el caso de que una persona mayor sea completamente independiente y quiera igualmente irse a una residencia o apuntarse a un centro de día porque se sienta sola y quiera pasar mucho más tiempo con gente de su edad, mientras que al mismo tiempo también es posible que una persona en las mismas condiciones prefiera quedarse en su casa y realizar las rutinas diarias que le mantienen activo/a y con ganas de levantarse todos los días.
En el caso de las personas dependientes, como decimos serán los familiares los que tendrán que ayudarles a encontrar la mejor alternativa. Sin duda trasladar a un ser querido a una residencia puede ser complicado, pero si por ejemplo se trata de una persona mayor con problemas mentales que requiere de cuidados físicos y psíquicos diarios, sin duda una residencia siempre será la mejor alternativa, porque, aunque prefiramos el cuidado a domicilio, será complicado encontrar especialistas que puedan atender a estos ancianos con necesidades especiales las 24 horas del día. Si tienes claro que una residencia es la alternativa ideal para ofrecer los mejores cuidados y atención personalizada a las personas mayores que tienes a tu cargo, en Miresi puedes consultar muchas opciones diferentes cerca de ti para valorar la opción que mejor se adapte a lo que necesitáis.
Además, una residencia cuenta con muchísimas ventajas, porque puede adaptarse a muchos grados de dependencia diferentes, siendo aptas tanto para las personas muy poco dependientes, que podrán asistir al centro de día, como para las personas que necesitan asistencia las 24 horas.
Los espacios de las residencias están adaptados para hacer la vida más fácil a las personas mayores, con lo que si alguien va en silla de ruedas podrá desplazarse libremente sin tener que encontrarse a cada momento con obstáculos ni adaptar su casa a estas nuevas necesidades. Se trata de una gran alternativa con la que se evitarán caídas, accidentes y situaciones delicadas. Las residencias incorporan espacios de aseo especialmente adaptados para los ancianos, lo cual puede llegar a ser muy complicado en casa para las personas mayores.
Además, en una residencia las personas mayores están atendidas a todas horas, pero una de las principales ventajas es sin duda que convivirán con otras personas de su edad, podrán hablar con personas que se sientan igual que ellas, se distraerán y socializarán.
Este es un punto totalmente relevante a tener en cuenta, porque si nos decantamos por la asistencia a domicilio, es más que probable que la persona mayor únicamente comparta su vida con el asistente, mientras que en un centro de día o en una residencia podrá crear su propia comunidad, y sin duda esto le aportará muchísima más alegría y ganas de vivir, según los expertos.
Asimismo, en las residencias de mayores podemos encontrar animadores y trabajadores especializados que se dedican a estimular a los ancianos, y a entretenerlos con juegos y con dinámicas de grupo.
Del mismo modo, es interesante tener en cuenta que si para los ancianos es importante sentirse como en casa o en su hogar, las residencias de ancianos serán una gran alternativa, porque en la actualidad existen opciones que cuentan con grandes salas de estar y con espacios especialmente adaptados para que las personas mayores puedan sentirse como en casa.
Por otro lado, en el caso de preferir estar en casa será fundamental valorar el estado de dependencia de la persona mayor. Como decimos, para las personas independientes que prefieran permanecer en su casa, ésta será la alternativa a respetar por parte de la familia, por lo menos durante el tiempo que esta persona mayor se muestre saludable y estable.
Cuando esta persona se convierta en dependiente, si sigue queriendo estar en casa tendremos que valorar si puede mudarse con nosotros y si vamos a poder atenderla. En caso contrario se le tendrá que plantear de nuevo la posibilidad de trasladarse a una residencia, dónde podrá socializar con más personas de su edad, pero si la negativa es muy intensa y esta persona solamente presenta problemas físicos y no psicológicos que la incapaciten para tomar esta decisión, los expertos recomiendan valorar la opción de contratar los servicios de algún profesional asistente a domicilio.
Entre las principales ventajas de esta opción encontramos que el anciano estará en casa o con sus seres queridos. De esta forma no romperá sus rutinas y seguirá cerca de su gente, evitando la desorientación que puede producir un cambio tan brusco como el trasladarse a una residencia. Además, los cuidadores son profesionales sanitarios que ofrecen un servicio totalmente especializado, con lo que sin duda ésta es una alternativa que también deberíamos tener en cuenta.
En conclusión, la elección entre estar en casa o en una residencia dependerá en gran medida de la persona mayor, de su grado de dependencia, de su decisión personal y de la de sus familiares, así como también de los recursos con los que cuente el anciano o la familia en el momento de plantearse esta complicada pregunta.