Descubre cuáles son los trastornos de ansiedad más comunes de la mano de nuestros mejores expertos. ¿Tienes problemas para sentirte bien o crees que algún ser querido podría estar pasando por algún mal momento? En este artículo te explicamos los diferentes trastornos de ansiedad que existen y te ayudamos a identificarlos.
El estrés post traumático
Uno de los tipos de trastornos de ansiedad más conocidos y comunes es el estrés post traumático. Se trata de un trastorno que suele suceder después de que una persona viva algún evento con mucho miedo intenso. Hablamos por ejemplo de trastornos que experimentan personas que vuelven de la guerra o que han sufrido un accidente de tráfico o una agresión fuerte.
La ansiedad generalizada
En segundo lugar encontramos la ansiedad generalizada. Las personas que padecen este tipo de trastorno están siempre sufriendo, siempre nerviosas, siempre inquietas. Son gente que le da muchas vueltas a todo, que se preocupa por su economía, por su familia, por su trabajo, por su salud, pero todo de forma excesiva e intensa durante tanto tiempo que al final les hace sentirse mal. Este tipo de preocupaciones vienen con otros síntomas como la inquietud, la tensión muscular, los problemas para descansar bien, la imposibilidad de concentración, la fatiga y la irritación.
Los ataques de pánico
Por otro lado, las crisis o ataques de pánico son otro de los trastornos de ansiedad más comunes y además de la sensación de agobio suelen presentarse con síntomas totalmente físicos como son las palpitaciones, las taquicardias, los escalofríos o la sensación de mareo. Además, como nos aconsejan desde psicólogos Málaga PsicoAbreu se debe presentar especial atención en estos casos pues junto con los ataques de pánico llegan también otros síntomas mentales como el miedo a morir, a tener un infarto o a volverse “locos”. Si se tienen muchas de estas crisis de forma repetida la persona en cuestión estará padeciendo un trastorno de angustia o trastorno de pánico.
Las fobias específicas
Los siguientes trastornos de ansiedad más comunes y que pueden tomar formas realmente diferentes son las fobias específicas. Las personas con este tipo de problemas suelen tener miedos intensos a diferentes tipos de situaciones, objetos o animales como por ejemplo miedo a la electricidad, a las arañas o a volar en avión.
La agorafobia
Asimismo, las personas que experimentan agorafobia sienten un intenso miedo a los espacios abiertos o a estar con mucha gente en algunos lugares y situaciones (eventos, conciertos, reuniones multitudinarias, pero también ascensores, tuneles, etc.). Estas personas tienen miedo a tener miedo porque piensan que si les pasa algo y les entra una crisis nadie les va a poder atender y cada vez se ponen más nerviosas y si no aprenden a tratar este problema y relajarse finalmente si terminan teniendo una crisis y necesitando atención médica. En muchos casos la agorafobia y el trastorno de angustia son dos problemas que van juntos y mucha gente solamente puede vencer este problema y hacer determinadas actividades si van con alguien en quien confían, con lo que sin duda este puede ser un buen punto de partida para una terapia.
Las fobias sociales
Por otro lado encontramos las fobias sociales. Se trata de un tipo de trastorno de ansiedad por el que las personas tienen miedo a estar con otra gente porque les da vergüenza quedar mal delante de ellos o ellas ya que siempre creen que la gente los va a juzgar de forma negativa. La gente con fobia social piensa que es inferior, diferente, que nadie le aceptará nunca. Algunas personas únicamente tienen miedo a hablar en público mientras a otras les da miedo por ejemplo comer en público. Por norma general las personas con fobias sociales tienen miedo a realizar cualquier tipo de acción en público.
El trastorno obsesivo-compulsivo
Por último encontramos uno de los trastornos de ansiedad más comunes que es el trastorno obsesivo-compulsivo. Las personas que tienen este tipo de trastorno suelen tener pensamientos que son recurrentes como las obsesiones y hacen diferentes rituales o tienen comportamientos que son repetitivos para controlar este miedo, como por ejemplo las compulsiones. Se trata de un trastorno que puede llegar a ser limitante para las personas que lo padecen. Algunos ejemplos son las personas que están obsesionadas con la limpieza y deben lavarse las manos muchísimas veces o aquellas que tienen que revisar que han cerrado la puerta de casa muchas veces porque tienen miedo a que pueda entrar un ladrón.