Mucho maquillaje, poco o nada: ¿qué prefieren los hombres?

por | septiembre 30, 2025

El maquillaje ha sido parte de la historia como recurso para resaltar la apariencia. Antiguas civilizaciones ya empleaban sustancias y métodos para embellecer el rostro. Hoy, el tema no solo pertenece al ámbito estético, también influye en la vida diaria y en la forma en que los hombres valoran la imagen femenina en sus vínculos sociales, románticos e íntimos.

El maquillaje no se interpreta igual en todas las sociedades. En Occidente, durante siglos fue símbolo de estatus y riqueza, reservado para cortes reales y aristocracia. Con el tiempo pasó a ser asociado con feminidad, sensualidad y, en ocasiones, incluso con rebeldía. Hoy, la globalización y la influencia de redes sociales han transformado este recurso en un elemento de expresión personal más que en una obligación estética.

No obstante, la mirada masculina sobre el maquillaje varía según contextos. En una cena de gala, algunos hombres pueden encontrar atractivo un estilo sofisticado, con ojos perfilados y labios intensos. En un encuentro casual, muchos valoran más la naturalidad. Esto abre un debate interesante: la preferencia masculina no es uniforme, depende de situaciones, personalidades y expectativas.

Naturalidad frente a artificio

Uno de los grandes argumentos a favor de un maquillaje ligero o incluso de prescindir de él es la naturalidad. Existe una percepción extendida de que lo natural genera confianza, transparencia y cercanía. Para numerosos hombres, el exceso de maquillaje puede transmitir una idea de ocultamiento, como si se intentara esconder algo detrás de capas de polvo, bases o delineadores.

Por otro lado, hay quienes defienden el maquillaje cargado como un signo de sensualidad y sofisticación. En su imaginario, una mujer con labios intensos y ojos sombreados refleja seguridad y deseo de seducir. Este contraste deja claro que no se trata de un gusto universal, sino de un abanico de percepciones que se abren según cada hombre.

La influencia de los medios y las redes sociales

En la era digital, plataformas como Instagram, TikTok o YouTube han impulsado nuevas corrientes de belleza. Los tutoriales de maquillaje muestran técnicas cada vez más elaboradas, desde el contouring hasta efectos que transforman radicalmente la apariencia del rostro. Esto ha llevado a que algunos hombres vean el maquillaje como una forma de arte y creatividad, más que como un simple recurso estético.

Sin embargo, también existe un efecto contrario: la popularización del “make up no make up”, un estilo que imita la naturalidad con productos cuidadosamente aplicados para que parezca que la piel no lleva nada. Muchos hombres confiesan sentirse atraídos por esa imagen porque combina frescura con cuidado personal, sin transmitir la idea de artificio.

El ámbito íntimo y la sexualidad

Cuando se trata de intimidad, las opiniones suelen volverse más claras. Analizando las peticiones a las chicas que aparecen en Madrid69.com, nos damos cuenta de que la gran mayoría de hombres prefiere rostros poco maquillados o directamente sin maquillaje durante los encuentros sexuales. La razón principal es que muchos asocian la naturalidad con autenticidad y cercanía, dos aspectos que consideran fundamentales en un momento de intimidad.

En este contexto, se valora la piel limpia, los labios suaves y el contacto directo sin capas que puedan manchar o desdibujar el rostro durante la pasión. El maquillaje excesivo, por muy atractivo que resulte en una fotografía o en una cita inicial, pierde fuerza en la intimidad, donde la prioridad suele ser la conexión real y la comodidad de ambos.

Estereotipos y expectativas

Las preferencias masculinas no pueden entenderse sin atender a los estereotipos construidos por la publicidad, el cine y la música. Durante décadas, se ha mostrado a las mujeres más atractivas con rostros impecables y maquillajes elaborados. Esa representación ha moldeado los deseos de muchos hombres, quienes esperan encontrar en la vida real lo que se les ha vendido en pantallas y revistas.

Con el paso de los años, sin embargo, han emergido discursos que reivindican la belleza natural, alejándose de los filtros y de los retoques digitales. En la práctica, esto ha llevado a que un sector creciente de hombres valore más un rostro real, incluso con imperfecciones, antes que una imagen que luzca demasiado elaborada.

Diferencias generacionales

Otro aspecto importante es la edad. Hombres jóvenes, expuestos desde pequeños a influencers y youtubers de belleza, tienden a aceptar e incluso admirar el maquillaje intenso como un recurso de moda. Les resulta normal ver transformaciones drásticas en cuestión de minutos y no lo asocian con falsedad.

En cambio, muchos hombres de generaciones anteriores, poco acostumbrados a esos cambios, suelen preferir estilos más discretos. Para ellos, la belleza se vincula con la sencillez y la frescura, lo que explica por qué suelen valorar más la ausencia de maquillaje o un uso mínimo del mismo.

El contexto social importa

No se puede ignorar que la preferencia masculina cambia según el espacio. Una cita en un restaurante elegante invita a un maquillaje más elaborado. Una salida al campo o una jornada de playa se asocia con naturalidad. De este modo, los hombres ajustan sus percepciones según las circunstancias, y muchas veces lo que les atrae no es el maquillaje en sí, sino la coherencia entre la ocasión y la manera de presentarse.

Psicología de la atracción

Diversos estudios sobre psicología social han demostrado que los hombres no siempre son conscientes de lo que prefieren. En las encuestas, suelen afirmar que les gusta la naturalidad, pero cuando se les presentan fotografías comparativas, eligen más a menudo rostros con un ligero maquillaje. Esto se debe a que el maquillaje discreto realza los rasgos sin ser percibido como una transformación evidente.

La contradicción radica en que muchos creen estar eligiendo la naturalidad cuando en realidad se sienten atraídos por un estilo trabajado que simula sencillez. Esta paradoja explica por qué tantas mujeres dudan entre maquillarse mucho, poco o nada.

La libertad femenina frente a la preferencia masculina

Aunque la pregunta inicial gira en torno a los gustos de los hombres, es fundamental subrayar que el maquillaje debería ser, en primer lugar, una elección personal. Muchas mujeres disfrutan maquillarse porque lo viven como un ritual de autocuidado, como un espacio creativo o simplemente porque les hace sentir seguras.

Las preferencias masculinas influyen, pero no deberían determinar la decisión. En un contexto donde se reivindica la autonomía femenina, la clave está en encontrar un equilibrio: usar maquillaje porque se desea, no porque se espere agradar.