Las sombras de ojos deben poseer una serie de características:
- Deben permanecer inalterables durante horas.
- Su pH debe ser ligeramente alcalino para no irritar las mucosas.
- Su textura debe ser lo suficientemente sólida como para no deslizarse y lo suficientemente blanda para extenderse con facilidad.
Podemos encontrarnos las sombras de ojos en diferentes formas de presentación. Aquí te mostramos algunas:
- Sombras en lápiz: Se aplican directamente con el lápiz y se difuminan con un pincel. Deben fijarse con polvos transparentes.
- Sombras en polvo compacto: Son las más utilizadas. Pueden ser mates o nacaradas. Se utilizan para cualquier tipo de piel y se aplican con un pincel.
- Sombras cremosas o líquidas: No son muy utilizadas. Están indicadas para párpados muy secos. Deben evitarse en párpados arrugados o grasos. Se pueden aplicar con un pincel o con las yemas de los dedos.
Si eliges bien los colores que te favorecen verás como:
- Tu piel parecerá más luminosa y resplandeciente.
- Tu mirada se hará más profunda y los ojos brillarán más.
- El color de tu cabello se intensificará y cobrará vida.
- Se suavizarán las sombras y arrugas que hay debajo de los ojos y alrededor de los ojos y la boca.
Si no lo eliges bien y no te favorecen, lo notarás porque:
- Se apaga el tono de tu piel
- Se acentúan las sombras, arrugas e imperfecciones de tu piel.
- El color de tus ojos y de tu cabello parecerá apagado y sin vida.