Cuerpo

por | noviembre 4, 2016
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Cuidado del cuerpo

Para el cuidado de la espalda se deben tener en cuenta dos puntos de vista, el de la belleza y el de la salud.

La espalda es una zona muy sensual del cuerpo y su piel debe ser suave. Para ello debe estar libre de impurezas y malformaciones.

En cuanto a la salud, lo fundamental es adoptar una postura adecuada, manteniendo la columna recta y derecha, con la cabeza alta, los hombros horizontales, el pecho erguido y la pelvis horizontal.

Las malas posturas, el estrés o la falta de ejercicio son factores que afectan fácilmente esta delicada y vital área de nuestro cuerpo.

Belleza de la espalda

Debido a su ubicación, muchas veces es difícil asear la espalda como es debido. Afortunadamente, hoy en día existen en el mercado multitud de herramientas que nos facilitan esta tarea.

Las impurezas de la espalda y el escote tienen que tratarse con el mismo (o mayor) cuidado que los de la cara.

Por ello, debemos vigilar su limpieza diaria.

La espalda debe exfoliarse dos veces por semana, con un producto que no la irrite. A continuación es fundamental hidratar la piel con un gel o loción que no aporte grasa y que contenga, si puede ser, agentes antibacterianos. De esta forma se evita la proliferación de microbios en esa zona propensa a la formación de puntos negros. Para tener una espalda bonita, es importante que esté relajada, y para eso nada mejor que un masaje. Lo ideal es que te lo de un experto en la materia, pero a veces esto no es posible debido a falta de tiempo, dinero, etc.

Por eso te aconsejamos los aparatos de automasaje, no es lo mismo, pero servirán para relajar tu espalda, además de aliviar tensiones en zonas tensas como suelen ser los hombros y las cervicales.

Otro punto a tener en cuenta para la belleza de tu espalda, especialmente si quieres lucirla con un escote pronunciado, es la tonalidad de tu piel.

Para las que prefieren evitar las sesiones de rayos, existen cremas autobronceadoras. Se trata de cremas hidratantes corporales que, al utilizarlas varios días, consiguen un tono bronceado de tu piel.

Si es necesario, pide ayuda para que se te extienda de forma adecuada por toda la espalda

Salud de la espalda

La espalda no está capacitada para soportar grandes esfuerzos ya que podrían acarrearle dolores que pueden derivar con el tiempo en enfermedades.

Todas las curvaturas le dan a la espalda mayor fuerza y flexibilidad desde el punto de vista anatómico y le permiten resistir golpes y movimientos bruscos.

Aquí te ofrecemos algunos consejos para el buen cuidado de tu espalda.

• Para conducir, adopte una posición cómoda aunque no sea demasiado relajada y ajústese bien el cinturón.

• Masajea tu espalda con un guante de crin para estimular la circulación y evitar que se formen depósitos de grasa o la celulitis.

• Es importante tener en cuenta que la mayoría de los problemas de columna vertebral se originan en la cama. Por tanto, presta atención al colchón en el que duermes todas las noches. Debe ser cómodo y firme al mismo tiempo.

• Para conseguir una piel suave y tersa podemos aplicar un peeling compuesto por azúcar, leche cortada o yogurt y el jugo de una naranja. Frotaremos la mezcla y luego retiraremos con agua.

• Existen ejercicios favorables para fortalecer los músculos de la espalda. Entre ellos nos encontramos el caminar, montar en bici, nadar de espaldas, caminar y demás aeróbicos de bajo impacto.

• A la hora de cargar las bolsas del supermercado, por ejemplo, hágalo equilibrando el peso.

• Otro truco para evitar forzar la espalda es cuando hay que recoger algo del suelo. Hazlo flexionando las rodillas y recógelo sin hacer movimientos bruscos.

• Trata de no cargar objetos innecesarios en tu bolso. Aunque parezca una tontería, el sobrepeso y la falta de equilibrio al caminar hacen que uno de los hombros empiece a inclinarse hacia abajo, creando problemas en la espalda.

• Evita utilizar zapatos de tacón extremadamente altos ya que estos acarrean desviaciones en la columna vertebral y fuertes dolores musculares.

• Si por tu trabajo tienes que pasar mucho tiempo sentado, asegúrate de que la silla tenga un respaldo que soporte bien el peso de tu espalda. Además, intenta cambiar de postura de vez en cuando, levantarse alguna vez, caminar o estirar tanto los brazos como los músculos de la espalda.

• En caso de tener un dolor permanente o agudo en la columna vertebral, acude al médico antes de empezar con algún ejercicio. Cuanto más dejes avanzar el mal, peores serán las consecuencias.

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